Lecturas 2021

Collage feito coas capas dos libros Los desposeídos e El día antes de la revolución, de Úrsula K. Le Guin; El rapto, de Francisco Ayala; Santuario, de William Faulkner; O cervo e a sombra, de Diego Ameixeiras; Apuntes del subsuelo, de Fiódor Dostoievski; M. El hijo del siglo, de Antonio Scuratii; Por camiños e carreiros, de Mercedes Taracido; Poesía varia, de Francisco de Quevedo
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Este ano pasado lin bastante, aí vai unha escolma do que máis me gustou.

Úrsula K. Le Guin. Los desposeídos & El día antes de la revolución

Los desposeídos. Ursula K. Le Guin. 1974. Ed. Minotauro. Traducción de Marisa Horne
El día antes de la revolucíon. Úrsula K. Le Guin. 1974. Nórdica Libros. Traducción de Enrique Maldonado

Úrsula K. Le Guin foi unha das autoras que descubrín a fondo estes últimos meses; malia ser unha das escritoras de ciencia ficción e fantansía máis recoñecidas, non lle lera nada ata agora e si que mola. É moi imaxinativa xogando non só con magos, dragóns ou naves espaciais, senón tamén propoñendo fantasías de organización social, xéneros e sexos alternativos, teorías da linguaxe, mulleres maiores como protagonistas… e todo isto con moita sensibilidade e personaxes moi chulos.

Empecei co primeiro libro de Terramar, do que xa falou neste blog hai 15 anos míster Coltra, e seguín con La mano izquierda de la oscuridad e El nombre del mundo es bosque, pero o que máis me gustou creo que foi Los desposeídos. Esta novela presenta dúas sociedades contrapostas: por un lado a do planeta Urras, habitado desde hai milenios polo “propietariado” capitalista -encantoume esa palabra! non sei se é cousa da tradutora, Matilde Horne-, e polo outro a sociedade cooperativista de Anarres, o satélite de Urras, pobre en recursos e onde desde hai dous séculos sobreviven exiliados os “odonianos” intentando poñer en práctica a utopía anarquista.

A cita que vén a continuación provén do relato precuélico El día antes de la revolución, onde se conta a historia de Odo, a muller que liderou a revolta e fundou a utópica sociedade odoniana. É a véspera da gran folga que acabará cos anarquistas desterrados en Anarres e Odo, convertida xa en celebriti despois de anos de loita e cárcere, prepárase para a enésima visita protocolaria de chavalada rebelde onnubilada polo contraditorio e polo visto inevitable culto ao líder.

Estaba cansada de caras nuevas y de estar siempre de exposición. Ella aprendía de ellos. No sucedía igual al contrario; ellos ya habían aprendido todo lo que ella podía enseñar mucho antes, en sus libros, con el Movimiento. Sólo iban para mirar, como si ella fuera algo extraordinario, un monumento. Se quedaban asombrados, la adoraban. “¡Pensad con vuestras propias cabezas!” “¿No creeréis que la libertad y la disciplina son incompatibles?” Ellos aceptaban sus azotes verbales, sumisos como niños, agradecidos, como si ella fuera algún tipo de madre absoluta.

El día antes de la revolución, Úrsula K. Le Guin

A historia de Anarres e seu o anarquismo aplicado interesoume moito, cuestiona o que podería funcionar (a solidariedade, a liberdade sexual, etc.) e o que non (a burocracia, a censura…), ten ideas orixinais sobre a lingua (os odonianos fabricaron o seu propio idioma, no que non existen os posesivos) ou a organización do traballo… Los desposeídos e El día antes de la revolución metéronme o gusanillo sobre todo o tema do anarquismo, vaia; disque Le Guin se inspirou moito nos escritos de Paul Goodman, Peter Kropotkin e Emma Goldman e no taoísmo de Lao Tzu, así que tomo nota para futuras lecturas.

¿Qué es un anarquista? Alguien que, al elegir, acepta la responsabilidad de su elección.

El día antes de la revolución, Úrsula K. Le Guin

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Francisco Ayala. El rapto (relatos)

El rapto (y otros relatos). Francisco Ayala. 1952-1993. Alfaguara

Ler a Ayala é unha delicia. Unha escrita moi rica en vocabulario, puntuación e subordinadas, con moito ritmo. E sen embargo non abruma nin resulta hortera ou cursi, senón que te vai levando, como te levaría un cabaleiro de película nun salón vienés, sen que poidas apartar a mirada nin deixar de moverte, dando voltas entre miles de detalles e descricións cos que vai compoñendo a historia e perfilando os personaxes e contexto, coas paradas precisas, cirúrxicas, para tomar aire ou repensar o último inciso.

Pois estiven lendo moitos relatos de Francisco Ayala, aí van algúns cachiños. O primeiro é de El rapto, baseado nunha historia do Quijote. Patricio e Fructuoso son dous mozos vítimas do mesmo desamor.

Y así, una mañana de domingo, pocos días después del deplorable episodio, echándose las escopetas al hombro por si algún gazapo se les cruzaba o levantaba el vuelo alguna codorniz, salieron del pueblo para -con pretexto de cacería- tener ocasión holgada de comunicarse sus turbados pensamientos. Frases embarazosas, vacilantes y alusivas desbrozaron el dificultoso diálogo mientras caminaban campo adentro. Pero cuando ya la fría niebla, a través de la cual debían abordar el tema, se hubo disipado entre ellos, ambos cazadores tomaron asiento en sendos peñascos bajo un árbol, y contemplados por los perros que se habían tendido a sus pies como para escucharles, Patricio y Fructuoso, con tonos dolientes el primero y despechados e iracundos el segundo, lamentaron largamente su desengaño.

El rapto, Francisco Ayala

Hai outro contiño de Ayala, Un caballero granadino, que tamén nace no Quijote e tamén me encantou, pero tería que copialo enteiro porque non ten desperdicio. En vez diso, uns fragmentos de Historia de macacos, un longo relato tropical que escribiu en Puerto Rico.

Ahí dentro era el fondo sórdido de la casita, donde bullía, desbordando, una parentela indefinida, la vieja, azacaneada siempre, con sus descomunales pies descalzos de talón claro y las tetas sobre la barriga, muchachos y muchachas de todas las edades, sobre cuyas facciones negras lucían de pronto los ojillos azules de Martín, o rebrotaba el color rojizo de su ya encanecido cabello, floreciendo ahora en los ricitos menudos de una cabeza vivaz.
……
¡Qué dificil resulta a veces apurar la verdad de las cosas! Cree uno tenerla aferrada entre las manos, pero ¡qué va!: ya se le está riendo desde la otra esquina.

Historia de macacos, Francisco Ayala

Para pechar o capítulo Ayala, Dulces recuerdos: un vello ponse nostálxico lembrando unha enchenta furtiva de doces na infancia.

Sin sentir se me ha pasado el tiempo todo de la vida. Corre y vuela la vida de un hombre (…) y cuando ya se acerca uno a esa edad caduca en la que (…) sólo le resta ya esperar el término, tal vez acuden a ocupar su mente ociosas viejas memorias insignificantes y ridículas como esta mía del atracón goloso, para dejarle a uno con la incómoda sensación de haber permitido ingratamente que se desvanezca el pasado.

Dulces recuerdos, Francisco Ayala

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William Faulkner. Santuario

Santuario. William Faulkner. 1931. Espasa Calpe. Traducción de Javier Coy

Non me extraña que os veciños de Amanece que no es poco sintan “verdadera devoción” por Faulkner. De momento só lin -case máis ben relín, porque estaba continuamente rumiando os parágrafos para maior desfrute- Santuario, pero hei ler máis porque ten tela o seu estilo, con moitas cousas eludidas, medio ditas, cambios bruscos de escena e moita violencia nunha historia con pijas, maleantes, mutilados, parias, asasinatos, violacións, xuízos, cárceres, puticlús, alcohol, algodón, matrimonios…

Popeye se volvió y miró hacia ella. Meneó ligeramente la pistola y la volvió a su chaqueta; luego avanzó hacia ella. Al moverse no despertó el menor ruido; la puerta libertada bostezó y chocó contra la jamba, pero tampoco hizo ningún ruido. Era como si el sonido y el silencio se hubieran invertido.
……
La cárcel miraba al Oeste; un último y débil reflejo de luz cobriza descansaba sobre la empañada reja y sobre la pequeña y pálida ampolla de una mano, y en un viento casi nulo flotaba una rama azul de tabaco y se desvanecía en jirones.
……
Temple descansaba flojamente en el rincón del asiento [del coche], mirando cómo la tierra se precipitaba intensamente hacia atrás -pinares al comienzo de paisajes salpicados de cornejos desvanecientes, juncias; campos verdes de algodón nuevo, faltos de todo movimiento, pacíficos, como si el domingo fuera una cualidad de la atmósfera, de la luz y de la sombra. (…) Era un día suave y brillante, una mañana alegre llena de ese increíble y suave resplandor de mayo, cargado de una promesa de mediodía y calor. (…) se quedó acostada, escuchando el secreto susurro de su sangre.
……
Así continuó ella, en uno de esos monólogos brillantes y picoteros que las mujeres saben desarrollar cuando se dan cuenta de que ocupan el centro del escenario; de pronto Horace se dio cuenta de que Temple recontaba la aventura con verdadero orgullo, con una especie de vanidad ingenua e impersonal, como si la estuviera inventando, cambiando la mirada de él a miss Reba con rápidas y penetrantes ojeadas, como un perro que conduce a dos reses a lo largo de una vereda. (…)
“Luego me tocó aquella asquerosa manecita fría, retozando dentro de la chaqueta donde yo estaba desnuda. Era como hielo vivo y mi piel comenzó a dar saltos para evitar su contacto como esos pequeños peces voladores ante un barco. Era como si mi piel supiera qué dirección iba a tomar antes de que comenzara a moverse, y mi piel seguía retrocediendo a tirones justamente ante ella, como si no fuera a haber allí nada que tocar cuando llegase la mano”.

Santuario. William Faulkner

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Diego Ameixeiras. O cervo e a sombra

O cervo e a sombra. Diego Ameixeiras. 2021. Xerais

O cervo e a sombra é o último libro do ourensán Diego Ameixeiras, e o único desta listiña publicado no 2021. Gustoume moito, lino dunha sentada e agora mentres o repaso inda me gusta máis.

Aquí hai cemiterios, drogas, porteiros automáticos, camellos, soños, okupas, putas, momias, curas, tolos, armas, colegas, loito, amor e morte, todo na cidade de Ourense e todo cun pouso de desacougo e desesperanza terrible que se vai amoreando na alma do lector capítulo a capítulo.

O protagonista -e narrador- está jodido. O mundo moderno, frío e feroz, as cousas da vida, que é moi perra, e el mesmo, único culpable da súa propia natureza, foron os que o joderon. E xa non ten moito arreglo.

Un pacto non escrito esíxenos compartir as tardes da fin de semana. Cúmproo rigorosamente. (…) Comemos coas noticias e tomamos café cun dedo de whisky. Despois toqueneo no sofá e ela teima nalgunha tarefa doméstica ou le unha novela de Margaret Millar ou Elisabeth Holding. Á tardiña aparece con máis café. Con chocolate negro ou cun anaco de torta de mazá acabada de facer. Daquela esforzámonos, ás veces sen éxito, por que suceda algo que impugne a tristura do anoitecer.
……
Non se debe procurar o rastro dun amor perdido noutro corpo. O resultado adoita ser unha visita á traxedia. Unha soidade máis ancha.
……
Os seres amados forman unha unidade con nós. Cando morren, levan unha proxección do que somos. Marchan con algo que nos pertence. Por iso nos deixan abandonados, sen consolo. A creación que fixeron de nós na súa alma desaparece, e só nos decatamos desa circunstancia coa presenza do morto. Esa visión nunca mente. Por iso se adhire para sempre á nosa retina. A morte non é abstracta. Explícase ante un cadáver.
……
A rúa está tan baleira coma o corazón da xente.
……
– Os tolos somos todos irmáns.
……
Que alguén me explique en que lugar se deben poñer os ollos cando tes diante esa persoa cuxo corpo aprendiches de memoria hai miles de anos. 
……
O amor énchenos o cerebro de escuma. Extermina os nosos medos e quérenos atentos á alegría e á éxtase. Obríganos a soltar lastres, a abandonar a pel que nos envolve e a arrouparnos noutra. Fai revivir en nós a lembranza desa primeira ansiedade polo outro que habitou nalgún ser da Prehistoria. Converte calquera fillo do subsolo no emperador máis poderoso de todos os tempos.
……
As cidades devoran a calidez das súas marxes, decretan a pulcritude do frío. Asaltan a sangue e lume o seu pasado sen ascendencia. Ninguén chora estas perdas. Non hai flores nin funerais para estas catedrais dos desamparados. Só os devotos da memoria furtiva, ausente das grandes crónicas, custodian a súa lembranza.

O cervo e a sombra. Diego Ameixeiras

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Fiódor Dostoieski. Apuntes del subsuelo

Apuntes del subsuelo. Fiodor Dostieski. 1864. Traducción de Juan López-Morillas

A penúltima cita de Ameixeiras dáme o pé perfecto para outro contador de historias co que volvín bater ultimamente. Fiódor Dostoievski cumpriría 200 anos o pasado novembro, eu celebreino cunha noveliña súa, Apuntes del subsuelo, un canto á natureza humana con todas as súas contradicións. O protagonista vén sendo un atorrante, un paria social, mosqueado e cheo de razón. Caeume ben.

A primeira parte do libro, un monólogo no que o tipo se despacha a gusto contra todo, incluído el mesmo, resulta modernísima no mundo algorítmico de hoxe. De feito recordoume moito a El Capitalismo de la vigilancia de Shoshana Zuboff, outra lectura de 2021 da que xa falei largo e tendido nesta outra entrada, titulada por certo “Contra a certeza”.

Dicía o sarcástico amigo Fiódor hai dous séculos:

Si de hecho vamos hacia las tablas matemáticas y los tubos de ensayo, entonces no cabe otra cosa que aceptar el tubo de ensayo, si no es que se hace aceptar por sí mismo, querámoslo o no.
……
[y si] en ese mundo futuro universalmente racional, un señor de aspecto innoble, mejor aún, sardónico y retrógrado, se levantase de pronto y poniéndose en jarras nos dijera a todos: “Bueno, señores, ¿qué les parece que echemos abajo a puntapiés todo ese sentido común, que mandemos a la porra todos esos logaritmos, para que podamos vivir como nos dé la real gana?
……
¿Qué hacer con los millones de datos que atestiguan que el hombre, con conocimiento de causa, esto es, sabiendo plenamente cuáles son sus verdaderos intereses, los ha desdeñado y se ha metido por otro camino, en pos del riesgo, de la suerte, sin que nada ni nadie le obligue a ello, y sólo por no seguir el camino señalado y probar, terca y deliberadamente, otro más trabajoso y absurdo que tiene que buscar casi en las tinieblas?

Apuntes del subsuelo. Fiódor Dostoievski

Mentres lía o seguinte tamén pensaba nesta canción de Fununcan, Glaciación xa!.

¿Qué sabe la razón? La razón sabe únicamente lo que ha alcanzado a saber (y hay cosas que quizá nunca llegue a saber, ¿por qué no decirlo con franqueza?) mientras que la naturaleza humana actúa siempre como un todo, con todo aquello que lleva en sí, consciente e inconscientemente, y aunque puede desbarrar, vive no obstante.
……
Después de “2 y 2 son 4” no queda, por supuesto, nada que hacer, ni que aprender tampoco.

Apuntes del subsuelo. Fiódor Dostoievski

Ninguén vai renunciar a sufrir:

Amar sólo el bienestar es casi indecoroso. (…) Estoy convencido de que el hombre nunca renunciará al sufrimiento genuino, o sea, a la destrucción y el caos. El sufrimiento: ¡pero si esa es la única causa agente de la conciencia!

Apuntes del subsuelo. Fiódor Dostoievski

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Antonio Scurati. M. El hijo del siglo

M. El hijo del siglo. Antonio Scurati. 2019. Alfaguara. Traducción de Carlos Gumpert

M. El hijo del siglo é o primeiro tomo da biografía novelada de Mussolini. Cheguei a el por esta lista de libros de Rodri Suárez, na que recomendaba a segunda parte, M. El hombre de la providencia. Eu inda estou rematando a primeira e estame gustando moito.

En capítulos curtos enmarcados por un lugar (Milán, Fiume, Bolonia, Ferrara, Roma…), unha data (entre 1919, cando M. funda o partido fascista italiano, e 1924) e algún dos protagonistas da época (o propio Mussolini, a súa amante Margheritta Sarfatti, o poeta-soldado-oquelleboten Gabrielle D’Annunzio, o antifascista Giacomo Mateotti…), Scurati vai relatando cronolóxicamente os episodios que neses anos foron conformando o fascismo e os fascistas en Italia. Pero faino dramatizando sucesos e personaxes, poñéndolle voz ás súas emocións e ideas, dándolle vida ás escenas -moitas veces en plan épico, sensacionalista, categórico, entendo que adrede para meter ao lector no ambiente-. Por iso o de biografía “novelada”.

[Sobre Margheritta Sarfatti]
Esa mujer-ama los resume a todos, el siglo vibra en sus pechos, en su vientre, en sus muslos desnudos, descarados. Él, Benito Mussolini, originario de Pedrappio, hijo de Alessandro, se lanza contra esos muslos de señora al igual que una mosca enloquecida se lanza contra el cristal del vaso al revés. Entraría con un caballo, si pudiera. Y eso es todo. Poco más sabe.

M. El hijo del siglo. Antonio Scurati

Ademais, entre os capítulos vai intercalando citas literais tiradas de discursos, artigos, entrevistas, cartas e todo tipo de documentos reais. Todo con moitísimo detalle de datas, lugares, antecedentes, etc. Vaia, que tivo que ser un traballo de documentación inxente.

Subscribo o que din as reseñas promocionais de M. El hijo del siglo: “Nervio xornalístico e vocación documental, crea no lector unha sensación de presente inmediato” ou “Queda revelado o ADN do fascismo”. En efecto, a novela axuda a entender, descubrir no meu caso, a historia e os fundamentos do fascismo -resumindo: poucos, máis alá da orde, a disciplina e a acción- e como era a poza da posguerra na que se coceu.

¿Quiénes son los fascistas? ¿Qué son? (…) Lo importante es ser algo que permita evitar los obstáculos de la coherencia, el lastre de los principios. (…) Los fascistas no quieren reescribir el libro de la realidad, sólo quieren su lugar en el mundo. Y lo obtendrán. Se trata solo de fomentar los odios entre facciones, de exacerbar los sentimientos. Nadie, entonces, quedará excluido. Ya no hay izquierdas ni derechas. Sólo se trata de alimentar ciertos estados de ánimo que afloran en el crepúsculo de la guerra. Nada más. Eso es todo. (…) [Mussolini] insiste en lo que los fascistas no son: no son republicanos, ni socialistas, ni demócratas, ni conservadores, ni nacionalistas. Son, por el contrario, una síntesis de todas las afirmaciones y todas las negaciones. Nosotros, los fascistas, no tenemos ideas preconcebidas, nuestra única doctrina son los hechos.
……
Oficiales desmovilizados que no encuentran trabajo, empleados estatales que a duras penas tienen para comer, enjambres de intermediarios, comerciantes, arrendatarios, contratistas que destestan las cooperativas socialistas de consumo y trabajo y la municipalización de las empresas, estudiantes y jóvenes universitarios desempleados, enfurecidos contra los politicastros seniles, exsindicalistas revolucionarios húerfanos de las masas, jóvenes de 18 años furiosos porque la guerra ha terminado antes de que también ellos pudieran zurrar a alguien, tropeles de adolescentes a los que nadie prestó atención, que se criaron viendo películas sensacionalistas. En pocas palabras, toda una multitud de héroes olvidados entre el comedor y la sala de estar.

M. El hijo del siglo. Antonio Scurati

O da biografía novelada mola moito, se alguén sabe dalgo parecido pero ambientado por estes lares, agradécense as suxerencias.

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Mercedes Taracido. Por camiños e carreiros

Por camiños e carreiros. Mercedes Taracido. 2004. Autoeditado

Por camiños e carreiros son as memorias de Mercedes Taracido, unha colección de lembranzas da súa infancia e xuventude na Veciñeira, unha aldea do concello de Cedeira (parroquia de San Román de Montoxo, para máis señas), nos anos 50 e 60. Coa nai emigrada en Venezuela, Mercedes criouse con seus avós, que tiñan forno na casa e vendían o pan pola contorna. Tiñan porcos e galiñas, moitos fillos e levaban unha vida comunitaria e pacífica cos veciños, facendo honor ao topónimo.

Como ela mesma di, “está escrito coa mirada dunha nena, como está no meu recordo”. Recordos da casa, dos animais, as feiras, os tranganillos, as clases de costura, as mallas, as zocas, a festa, os avós, os xogos de nenas, os veciños, a emigración -Mercedes tamén emigrou a Suiza e alí vive-, etc. Tamén inclúe contos e cancións que lle contaba o avó (hai un dun matrimonio de golpes que vivían en Cariño e ían roubar galiñas ao Lodeiro), coplas populares da época, poemas propios que lle dedica a un camiño, a Cedeira, á lúa, ao avó, a un galo, a un muíño…

Se algunha vaca estaba salida empezaba a cabalgar noutra e as mulleres pegábanlle e dicíanlle “estate quieta, Roxa. Ben se ve que estás moi folgada; anda que mañá has de ir arar todo o día, para que che pase o brío”, como se a vaca entendese aquelas conversacións.
……
O abuelo de Carmiña foi o primeiro morto que vin
……
O carteiro vivía alí, na Veciñeira. Era un home que tiña bastante mal xenio. Eu tíñao mareado de preguntarlle se tiña carta de Venezuela.
……
Mamá sempre limpaba, non paraba de limpar.
……
Mamá comprou unha becerra pequena e unha ovella. A muller do Ferreiro regaloulle unha parexa de coellos e tamén tíñamos catro ou cinco galiñas e unha odiosa cabra que era a cousa más repunante que tiven cerca na miña nenez.
……
Recórdome moi ben cando desde A Veciñeira se vía o mar; o mar de fóra, claro, porque a Vila e a ría non se vían; pero o mar de fóra si. Cando na Trabe e na Telleira plantaron eucalitos, o mar non se viu máis.
……
Pouquiño a pouco, xa tiñamos que ir traballando algo e levar o pan ás casas. Primeiro un boliño pequeno despois máis grande e ir aos recados, ou buscar berzas para os porcos, carretar auga da fonte cun caldeiriño pequeno, ou ir coller o varredoiro para varrer o forno, que sempre variaba según a estación: de inverno, felgos e poxetas, e de verán, mercuriales (unha planta que nace polo medio das ramas das patacas). Era un traballo que a min non me gustaba nada, pois se cocían dúas veces, había que traer varredoiro dúas veces; para cada fornada tiña que ser o varredoiro fresco. Eu sempre traía moi pouco, entonces reñíanme e tiña que volver por máis.

Por camiños e carreiros. Mercedes Taracido

Como cambiou o mundo, eh!

Por camiños e carreiros é memoria popular galega contada de primeira man. Editouno ela mesma en 2004, coa única pretensión “de que os meus nenos vexan como se vivía antes” e poder “realizar un soño que hai moitos anos que tiña”. Bravo por Mercedes. Nótase que o fixo con moito cariño, é todo naturalidade, mentres se le unha síntese un pouco coma na casa. Creo que só fixo uns poucos exemplares en papel, heime de enterar se o ten nalgunha biblioteca ou se hai versión dixital. E se non hai, pois molaría facela!

Miña nai, Raquel Rico, tamén é de San Román e é unha das amigas da infancia de Mercedes retratadas no libro. Ademais, axudoulle a transcribilo dos manuscritos e fíxolle o prólogo. As dúas comparten a boa memoria e o gusto por exercitala. Ándame na cabeza apuntarme eu tamén a ese ximnasio:

En nuestro pasado está todo cuanto necesitamos para encender el fuego de la inspiración. Hasta la fantasía tiene su casa en la memoria. No escribas lo que sientas, escribe lo que recuerdas y dirás la verdad.

El huerto de Emerson. Luis Landero

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Francisco de Quevedo. Poesía varia

Poesía varia. Francisco de Quevedo. 1603-1670. Cátedra.

Remato cunha adiviña de Quevedo, que o tiven á man ultimamente. Outra delicia como Ayala, pero nivel Dios.

ENIGMA
Las dos somos hermanas producidas
de un parto, y por extremo parecidas;
no hay vida cual la nuestra penitente:
siempre andamos de embozo entre la gente,
que a indecencia juzgara
vernos un ojo, cuanto más la cara.
Necesidad precisa
nos tiene muchas veces sin camisa;
gormamos siempre lo que no comemos;
y otro mayor trabajo padecemos:
que por culpas ajenas
somos el dedo malo de las penas.
Un eco es nuestra voz, de que, ofendidos
y con razón, se muestran dos sentidos;
y así la urbanidad, aunque forzadas,
nos tiene a soliloquios condenadas;
es al fin nuestra vida,
por recoleta, siempre desabrida.

Enigma, Francisco Quevedo

Quen serán esas dúas irmáns…?? O propio Quevedo deixou a explicación á adiviña, póñoo ao revés para facelo más interesante -aínda-:

˙ɹɐʌ lǝ opɐʇᴉnb ‘sɐƃɹɐΛ ʎ
‘ᴉɹo uᴉs soɯos lɐuᴉƃᴉɹo
‘ᴉɹolƆ ɐllǝq ‘oᴉuǝƃuᴉ lǝ
ɹɐɾɐqɐɹʇ sǝɹǝᴉnb ou ᴉS

O libro que teño de Quevedo, ademais de anotacións nas marxes tipo ABBA ABBA CDC CDC miñas e de meu irmán dos anos de instituto, inclúe un índice de primeiros versos, como mola.

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Outros libros

Ademais do que destaquei arriba, lin moitas outras cousas chulas que recomendo, como Walden de Thoreau -para amantes da natureza e do decrecemento-, El hornillo eslovo de Adram Davidson -un relato de ciencia ficción con moito humor, traducido por Cuentos de Algernon-, Los últimos pianos de Siberia de Sophy Roberts -entre o xénero histórico e o libro de viaxes-, Virtudes e outros milagros de Xesús Fraga -retrato da emigración galega dos anos 70- ou El amante del volcán de Susan Sontag -novela histórica, Nápoles, finais do XVIII-, metinlle un bo repaso a Herman Hesse (Peter Camezind e En el balneario) e Stephen Zweig (Impaciencia del corazón, Novela de ajedrez, El mundo de ayer e Fouché) e relín os contos de Chejov.

Este ano aparquei o ebook e lin case todo en papel, máis directo, accesible e inocuo. Mesmo lin algunha cousa, como La buena tierra de Pearl S. Buck, de coleccións tipo Biblioteca Premios Nobel ou Obras Completas que había pola casa, investimentos da xuventude de meu pai seica, en papel de liar e con letra pequena.

Las obras completas y las ediciones uniformadas son cosas que ya no se ven salvo en las grandes bibliotecas, pero antes la gente las atesoraba y se enorgullecía de ellas. Tienen cierta majestad. Las filas de encuadernaciones uniformes y los títulos estampados en letras doradas son físicamente imponentes; pero la verdadera majestad de un juego de obras completas es espiritual. Es un enorme edificio intelectual, una casa con muchas mansiones, donde el lector puede entrar por cualquiera de las puertas, o si es joven puede trepar por las ventanas, y deambular de un lado a otro, con una sensación de magnanimidad.

Contar es escuchar, Úrsula K. Le Guin

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Pois xa estaría :) Se hai lectores na sala, estímanse as recomendacións para este 2022, saúde!

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